Se está estandarizando la aplicación de materiales absorbentes de espesor reducido.
En el mercado, están apareciendo distintos materiales de espesores entre 9 mm y 12 mm, cuya aplicación, en muchas ocasiones, se realiza sin plenum y/o sin fibras absorbentes en el mismo. Uno de los principales motivos y argumentos de reclamo está siendo la reutilización de materiales reciclables, tales como PET (tereftalato de polietileno), celulosa, corchos, cauchos o virutas de aluminio.
Sin embargo, en muchas ocasiones, los fabricantes no aportan curvas de absorción que detallen todas sus variantes de instalación. En otras palabras, no se suelen aportar los resultados de ensayos que contemplen la totalidad de configuraciones del material (caracterizado por el espesor de plenum), o bien dichos ensayos no son tenidos en cuenta por el técnico prescriptor, que incluso podría llegar a descartar su realización.
Estos materiales de reducido espesor absorben correctamente a altas frecuencias. De esta forma, es posible que se consiga reducir el RT 60. No obstante, difícilmente se va a conseguir una mejora en la inteligibilidad del habla, pudiendo quedar directamente una sala excesivamente apagada. Esto se debe a que al no contar con un Alpha Sabine elevado a bajas y medias frecuencias, se genera la necesidad de incluir excesiva superficie en la instalación.
De la misma forma, es importante definir correctamente la distribución de materiales absorbentes, así como realizar su dimensionado utilizando las herramientas de cálculo adecuadas.
En la infinidad de casos estudiados por nuestra ingeniería, se ha observado que existe un punto a partir del cual seguir aplicando material absorbente a las diferentes paredes no aporta ningún tipo de mejora. Y es mediante distintos softwares de simulación informática que podemos optimizar la cantidad de superficie a tratar.
De la misma forma, en nuestra ingeniería hemos comprobado que elementos absorbentes de 50 mm de espesor aportan la armonía necesaria para una buena respuesta del espacio a tratar, favoreciendo la corrección en el espectro de frecuencias que abarca desde el habla humana hasta las altas frecuencias. Así, conseguimos un equilibrio frecuencial en la corrección de salas.